martes, 17 de junio de 2014

POEMAS DADAÍSTAS

En una reciente búsqueda de poemas dadaístas hemos encontrado que, si bien el dadaísmo ya no existe como movimiento, a las personas les gusta rememorarlo y sentirse pertenecientes al dadaísmo por un momento, y la mejor manera de hacerlo es mediante la creación de poemas. 

Aquí les colocaremos una recopilación de dichos poemas, para que puedan tener un ejemplo de lo que es un poema dadaísta.

1. El cielo pasea en bicicleta 



Las telas blandas hacen del tiempo una mujer, 
los turbulentos años, a veces laborean su cuerpo. 
En posición mala, la materia se quiere ver. 
Perfecto y descolorido el cielo pasea en bicicleta. 

El rostro ante un altar desnudo olea sus hombros, 
cubriéndose con el velo irreverentemente. 
El ruido del umbral bajo techo se consiente, 
como el ladrillo que se maravilla por los abrigos. 

Aquel cautivador jarro era demasiado obstinado, 
pero el agrupamiento no se queda callado; 
rompiendo el tribunal nos dirigimos al bosque 

Una lechera se imagino aquella fragancia, 
quien con proezas se contagiaba de arrogancia. 
Todos estuvimos preparados para esta historia. 

2.  Hablar con gusanos 


Mientras el corredor lentamente se hundía, 

resbalaba un pensamiento por la hoja fría. 
Es bastante grato hablar con gusanos 
y desaparecer la malicia de sus ojos. 



Los remolinos se arrepentían de sus actos 

y se sujetaban unos a otros de los brazos; 
las escamas de peces están gozando mucho, 
oyendo el sonido gracioso de ese serrucho. 



El tiempo creía que seria rey algún día, 

pero las playas de esa suposición reían: 
de forma tan cruel pero acertada. 



Aunque entre todos ellos cada vez discutieran 

siempre el corredor y los remolinos eran amigos, 
y las playas y el tiempo jugaban a cosas divertidas. 

3.  Dudas

He sacado el antiguo sueño de la caja como sacas tú el sombrero
cuando te pones el traje de muchos botones
cuando agarras el conejo por las orejas
cuando regresas de cacería
como eliges la flor de la maleza
y al amigo de entre los cortesanos.

Mira lo que me pasó
cuando llegó la noche lentamente como una cucaracha
buena para muchos como remedio, cuando enciendo
en el alma el fuego de los versos
me acosté. El sueño es el jardín preparado para las dudas
no sabes lo que es verdad, lo que no lo es
te parece que es un ladrón y lo fusilas
y después te comunican que ha sido un soldado
así ocurrió conmigo exactamente
por esto te llamé para decirme -sin error
lo que es verdad- lo que no lo es


4.  Elegía

El alma vieja, amada, quieres que sea como las flores del verano
durante el invierno los pájaros están encerrados en sus jaulas
Te quiero como espera la colina el cuerpo del valle
o como la tierra espera la lluvia espesa y fértil
Te espero en todos los atardeceres en la ventana, deshilando abalorios
colocando los libros, leyendo mis versos
Y ahora me alegro cuando en el patio ladran los perros ladran los perros
y cuando llegas para quedarte conmigo hasta mañana hasta mañana
Mi alma feliz es como nuestro cuarto cálido
cuando sé que está nevado y las calles se visten de blanco.


Los dos primeros poemas pertenecen a un escritor anónimo de la actualidad, mientras que los dos últimos fueron escritos por el máximo representante del dadaísmo Tristán Tzara.

Es importante destacar que este tipo de obras no respeta la métrica,casi no existe la rima y no hay estrofas.
Lo que permite es disfrutar la plena creatividad y la libre expresión del poeta.
Aquí se muestra lo que el autor piensa de la dualidad que siente entre lo real y lo imaginario.  

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