martes, 17 de junio de 2014

ARTE DADAÍSTA

Dadá, con su práctica artística antiartística, polemizó e ironizó acerca de todos los valores establecidos. La desmitificación dadaístas de los valores establecidos se produjo mediante el entronamiento del azar (hasta el nombre Dadá es casual) y mediante manifestaciones intencionadamente desordenadas, escandalosas y provocativas; en esto no es distinto de otras vanguardias, como el futurismo, pero a diferencia de él, se trata de un movimiento negativo, que no pretende instaurar una nueva relación entre el arte y el mundo, sino que pretende demostrar la imposibilidad y la no-voluntad de cualquier relación entre el arte y la sociedad. La fractura entre el arte y la vida, abierta a finales del siglo XIX, ha llegado a su punto máximo.

Para los representantes dadaístas, la práctica del arte es puesta en tela de juicio, dado que deja de ser una forma de producir valores para convertirse en un sin sentido y producirse según las leyes de la casualidad (ver pasos para crear un poema dadaísta). De esta manera el arte deja de ser una operación técnica y lingüística, para llegar a ser una mezcla de cualquier material, con cualquier intención sin valor propio, sino que lo que se valora es el acto de hacer la obra, más no la belleza o significado que pueda tener ésta al ser culminada.

El Dadaísmo pretende eliminar la obra de arte como pieza de museo, para que pase a ser algo más personal.






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